La Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navi Pillay, ha solicitado que se inicie una investigación sobre el asesinato de la muerte de unas 60 personas en la frontera egipcia, que desde el año 2007 han tratado de entrar a Israel mediante el Sinaí.
Pillay pide al gobierno egipcio que finalice con lo que denomina como el uso "deplorable de esta fuerza letal" contra estas personas, en su mayoría procedentes de África subsahariana, especialmente, de Eritrea, Sudán y Etiopía..
La Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos manifiesta que, "mientras los inmigrantes suelen perder sus vidas de manera accidental mientras viajan en barcos abarrotados de personas o intentan cruzar las fronteras remotas, sé que no hay ningún otro país donde parezca que tantos inmigrantes y solicitantes de asilo desarmados hayan sido asesinados deliberadamente de esta forma por las fuerzas gubernamentales".
Agrega que, “el número de víctimas sugiere que al menos algunos responsables de seguridad de Egipto han estado operando con un política de disparar para matar. No es probable que tantas muertes ocurran de otra forma. Sesenta muertos difícilmente pueden ser un accidente".
La funcionaria de la ONU piensa que hay que clarificar esos hechos y que el gobierno egipcio debe emitir una orden inmediata a sus fuerzas de seguridad, para asegurar que el uso de las armas cumpla con la legislación internacional, que sólo sean usadas en casos estrictamente inevitables y para proteger la vida, no para quitarla
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